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Un castillo con buenas vistas

La fortaleza de Pedro Madruga en Soutomaior se ha convertido a partir de ahora en uno de los mejores miradores de toda la comarca.
photo_camera La fortaleza de Pedro Madruga en Soutomaior se ha convertido a partir de ahora en uno de los mejores miradores de toda la comarca.

Finalizaron las labores de tala de los 300 eucaliptos que ocupaban parte de la finca de la fortaleza de Soutomaior. Se recogieron 504,29 toneladas de madera

nnn Las vistas desde el castillo de Soutomaior ofrecen desde ahora un paisaje muy diferente al habitual. Esto es así debido a que ya finalizaron los trabajos de tala de los más de 300 ejemplares de eucalipto con los que contaba la fortaleza, propiedad de la Diputación de Pontevedra, a lo largo de sus más de 25 hectáreas de explotación forestal. El gobierno de la institución provincial decidió proceder a la enajenación de la madera de estos árboles atendiendo a razones de protección medioambiental y también de belleza paisajística.
Para ello, el ente provincial convocó un concurso público que ganó la empresa Díaz y Buceta, S.L., con un importe ofertado de 34,24 euros por tonelada de madera. En total la empresa adjudicataria recogió 504,29 toneladas, lo que supuso un desembolso final de 17.267 euros.
Los trabajos comenzaron a mediados del pasado mes de abril y, a pesar de que tenían una duración estimada de dos semanas, finalmente se retrasaron como consecuencia de las lluvias. Esto fue así porque el suelo donde se encontraban los árboles tenía que estar muy seco antes de comenzar a trabajar para que la maquinaria no labrara los terrenos demasiado, provocando consecuencias negativas en el suelo. Además de las piezas aprovechadas por la empresa, todas aquellas con un diámetro inferior a los siete centímetros serán destinadas a la elaboración de compostaje.
La Diputación de Pontevedra procedió a la tala de los eucaliptos de la finca del castillo ya que esta especie es invasora y propicia una serie de consecuencias negativas para las demás árboles y elementos que conviven con ella. Así, la institución provincial asegura el fin de la presencia en la zona de una especie no protegida, que esquilma el suelo, que compite excesivamente tanto en luz como en agua y nutrientes y que, supone un grave riesgo en caso de incendio.n

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