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Los caballos de Oia murieron a golpes con una barra de hierro

Cinco de los nueve caballos lograron salvarse de la muerte y huyeron cuando se abrió la puerta del recinto
photo_camera Cinco de los nueve caballos lograron salvarse de la muerte y huyeron cuando se abrió la puerta del recinto

Los autores debían conocer la zona y manejo de estos animales para conducirles hasta el canal donde los encerraron

 La aparición de cuatro caballos salvajemente golpeados hasta la muerte y otros cinco con diferentes heridas tiene conmocionado al municipio de Oia. Tras el descubrimiento de los cuerpos en una manga de manejo –especie de pasillo estrecho por el que se mete a los animales para su traslado o desparasitación- este es el tema de conversación en la localidad, en la que la presencia de medios de comunicación era notoria. Todos están de acuerdo en calificar los hechos como “salvajes” y como algo “inusual. Es la primera vez que sucede algo así”, explicaban. Para Modesto Domínguez, presidente de la Asociación de Ganaderos, "esto lo tuvieron que hacer varios y sabían lo que hacían y lo dónde estaban". Y es que el lugar en el que se encontraron los caballos no es de fácil acceso y mucho menos manejar a un grupo de nueve caballos y meterlos en el lugar en el que fueron encontrados. Cerca de allí también apareció una barra de hierro con la que según los responsables de la investigación, se supone que mataron a los animales hasta la muerte, dejando a otros agonizantes durante horas.  

El caso ya ha sido denunciado por la asociación de ganaderos de caballos de Oia, que tiene en los montes de la sierra de A Groba a unos 700 equinos salvajes que sólo bajan en la época de los curros para el marcaje. Mientras, cumplen una labor de mantenimiento y limpieza de los montes que les hace indispensables para la conservación de estos parajes agrestes.

Agentes del Seprona de Tui se desplazaron ayer hasta el lugar de O Areeiro, donde se encontraban los cuerpos de los caballos, para continuar con una investigación que permita descubrir a los autores de la agresión a los caballos. Además de la patrulla de la Benemérita, también estuvieron presentes funcionarios de la Xunta para tomar muestras que serán analizadas para determinar las causas de la muerte. Por el momento, lo único que parece claro es  que los que llevaron  a cabo el ataque “eran varios, ya que una o dos personas solas no podrían hacerlo”, explicaba el guarda forestal zonal. Además, los autores del ataque a los equinos deberían tener algún concimiento de la dinámica de un curro para conducir a los animales hasta el pasillo donde fueron atacados. La mayoría de las personas consultadas apuntaban a que parecía “una gamberrada”, rechazan en todo momento la posibilidad de que se tratase de un problema entre ganaderos de la comarca. En total son cuatro caballos, tres de ellos adultos y una potrilla, que en todos los casos presentan fuertes golpes en la cabeza que no pudieron evitar al encontrarse encajonados en la manga. 

Los cuerpos deberán ser ahora enterrados en lugares donde no presenten un foco de contaminación para acuíferos. Normalmente los caballos salvajes que mueren en el monte no son enterrados, dejando que sean los ciclos naturales los que se encarguen de su descomposición y sirviendo de comida para las diferentes especies carroñeras de la zona.       

Por su parte, la asociación Libera pone el foco sobre la desprotección que sufren estos animales en la comunidad, toda vez que la Ley de Bienestar Animal de 2017 excluyó a los équidos de su ámbito de protección.

Para la Asociación Animalista Libera y la Fundación Franz Weber, entidades que llevan un año desarrollando una campaña para dotar a Galicia de la primera Ley de Protección Equina, esta hipotética norma podría ser un primer paso en firme para combatir prácticas específicas de crueldad que reciben los animales, como la colocación de cepos, cadenas y cuerdas en sus patas o la completa desregulación existente sobre espectáculos.
La norma también podría dotar de medios económicos, humanos y técnicos la "lucha" contra el maltrato a ganado equino, como el caso del monte de Oia, en donde se evidencia "un claro desprecio por la vida de los animales y una intencionalidad por causar el mayor daño posible" aseguran los animalistas en su comunicado. n

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