El nuevo tramo, de un kilómetro, arranca en la entrada del parador para unirse al ya existente
El carril bici que une Vigo y A Guarda por la costa quedará completo antes del 15 de julio, cuando Baiona tendrá culminado el único kilómetro actualmente inexistente (el que discurre entre la entrada del parador y la carretera de la costa PO-552 hasta su enlace con el carril bici ya hecho). Así lo anunció ayer el director de la Axencia Galega de Infraestruturas, Francisco Menéndez, tras una reunión en el Ayuntamiento con el regidor Jesús Vázquez Almuiña y la delegada de la Xunta María José Bravo Bosch.
Las obras, asumidas por la Consellería de Medio Ambiente e Infraestructuras, tienen un coste de 215.000 euros y el proceso de licitación arrancó ayer mismo con su publicación en el Diario Oficial de Galicia, así, las empresas interesadas disponen de plazo hasta el 28 de marzo para presentar sus ofertas a esta actuación de la Xunta que cuenta con fondos Feder.
Todo el nuevo carril bici (abarca desde el punto kilométrico 16+700 al 17+700) será bidireccional y contará con un ancho de 2 metros, por lo que será necesario modificar el eje de la carretera en más de 600 metros del recorrido, perdiéndose en 335 metros urbanos medio metro de calzada (25 centímetros en cada carril de circulación).
El primer tramo, de 370 metros, arranca en la entrada del parador y discurre hasta la glorieta que da acceso a la Virgen de la Roca. Irá por donde actualmente ya está marcado, la diferencia es que se pintará en pintura acrílica roja y se le dará un ancho de dos metros, además, será necesario mover los alcorques de los árboles porque discurre a su lado.
A continuación enlaza con el segundo tramo, de 335 metros de longitud y desde donde es necesario mover el eje de la calzada 2 metros para dar cabida al carril bici, lo que en este tramo implica la pérdida de 25 centímetros en los dos sentidos de circulación (quedarán con un ancho de 3 metros y 25 centímetros, igual a la carretera Vigo-Baiona). Se mantendrá la acera en todo el margen izquierdo y el carril bici irá pegado a la costa, separado de la circulación por pivotes de goma. Además, se instalará una barandilla de madera en el murete actual del rompeolas.
En el último tramo, ya interurbano, aunque se desplaza el eje de la carretera se mantiene el ancho de 3,50 por carril y permanece sin acera.
"Tal y como en el resto de carril bici Vigo-Baiona, su uso por parte de ciclistas no es obligatorio pero sí recomendable", incidió el regidor en la presentación.n
