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Avelaíña busca una solución integral para abrir en Baiona

El primer piso fue cedido por el Estado a finales de 2013 pero no pueden trasladarse por problemas de accesibilidad.
photo_camera El primer piso fue cedido por el Estado a finales de 2013 pero no pueden trasladarse por problemas de accesibilidad.

Propondrán la colaboración conjunta entre Mancomunidad y Diputación para todo el edificio

La asociación Avelaíña encontró una posible solución a los problemas de accesibilidad que presenta el local cedido por el Estado a finales de 2013 para ubicar su nueva sede en el municipio de Baiona. Para ello propusieron que el proyecto de adecuación se lleve a cabo de manera conjunta entre la Mancomunidad del Val Miñor y la Diputación provincial y que además abarque a toda la edificación. 
De esta manera, además de solucionar la problemática de un golpe, se adelantarían a la implantación de la nueva normativa que marca como fecha tope 2017 para que todos los edificios públicos y privados urbanizados cumplan con unos parámetros de accesibilidad para personas con discapacidad. Pese a que desde la organización no pudieron facilitar más datos, explicaron que se encuentran en la fase de la elaboración de una memoria en la que se contempla la construcción de un ascensor que daría a su fachada y que abarcaría hasta la segunda planta del edificio, además de los baños adaptados en la primera planta donde se trasladará el actual centro de Gondomar. “Solo hace falta salvar unas cuestiones técnicas como el hecho de tocar el frente del edificio, pero los expertos ven viable la actuación”, explicó Rafael Álvarez, gerente de la asociación para la atención de vecinos con enfermedades mentales.  
Se trata en concreto de la primera planta del antiguo centro de salud de la villa que no cumple los mínimos requeridos actualmente por la Administración para lograr la licencia de actividad, y que además comparte espacio con organismos de carácter público, como el Instituto Nacional de la Seguridad Social o el de la Marina, entre otros.
Con todo, Álvarez lo tiene claro. Considera que en vez de presentar proyectos independientes entre las diferentes entidades instaladas en el inmueble, considera más productivo unir esfuerzos y presentar uno conjunto de manera que se eliminen las barreras arquitectónicas existentes. “En un principio llevamos  al Concello  nuestra propuesta en al que se contemplaba la instalación de un salvaescaleras valorado en más de 15.000 euros, cuando la solución integral sobrepasa por poco los 40.000”, explicó. Por otra parte la oficina de la Seguridad Social está estudiando la adecuación de la rampa de entrada al edificio, por ello Álvarez se reunirá hoy con el arquitecto para proponerle la idea de buscar una solución común, “siempre y cuando el tiempo no sea un impedimento” ya que tal y como explicó “aunque estamos acelerando el proceso al máximo, los trámites no son inmediatos”. Hace poco más de un mes miembros de la Diputación como los representantes de la Mancomunidad visitaron el local cedido a Avelaíña y en ese momento su gerente les propuso dicha actuación, que no fue mal recibida, de ahí que se encuentren realizando la memoria de accesibilidad. 
Aun así el gerente de la asociación quiso aclarar que se trata de un problema comprensible y que desde el Concello de Baiona están recibiendo todo el apoyo posible para solucionarlo, achacado en parte a la antigüedad de la construcción. 

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