El PP sólo tiene garantizado Salvaterra, Mos y Baiona entre las grandes villas del entorno, que cambia de color
El área metropolitana y, en menor medida, todo el sur de la provincia ha pasado del azul al rojo, que puede resultar más intenso a poco que los pactos fructifiquen entre los distintos grupos de la izquierda que han florecido por toda la geografía como listas independientes o "mareas" con enorme éxito electoral.
Hace cuatro años el PP se hizo con 11 de las 14 alcaldías, y sólo quedaron fuera Fornelos, Salceda y Vigo, siendo además la fuerza más votada en estos dos últimos ayuntamientos. El domingo casi todo ha cambiado. El PSOE ha sido el más votado en cuatro municipios, Vigo, Nigrán, Gondomar y Fornelos, y tiene posibilidades de hacerse con varios más. Redondela, en donde el PP fue con diferencia la fuerza más votada, depende de lo que decidan los atípicos de AER, una agrupación de electores que funciona por asambleas, y lo mismo en Porriño, en este caso lo que hagan los independientes de Carrera, cuyo enfrentamiento con el alcalde en funciones Nelson Santos es notorio y que impediría un pacto donde estén ambos.
Además, Salceda sigue en manos de Marcos Besada, ahora como Movemento Salceda, conquistando la primera posición con claridad, desbancando al PP, que hace cuatro años se quedó a una docena de papeletas de la mayoría absoluta. Cangas y Moaña son otras dos alcaldías que con toda probabilidad caerán para la izquierda pese a la mayoría de los votos a los hasta ahora regidores populares: la primera, para una coalición con Son Cangas a la cabeza; la segunda quizá para el BNG, aunque nada está decidido.
El PP conservará como principales bastiones Salvaterra (diez mayoría absolutas consecutivas de Arturo Grandal, alcalde desde 1979, una marca brutal), Baiona y Mos (por muy pocos votos), además de Pazos de Borbén y Soutomaior. Y quizá Porriño en el mejor de los casos.
Por tanto, se dibuja una mayoría socialista que permitirá la puesta en marcha del Área Metropolitana bajo el control de Abel Cabalelro, que aporta la fuerza de sus votos, que ha dado la vuelta al resultado global: el PSOE suma 30.000 votos más que el PP en el área gracias al éxito en su feudo vigués, que ha conquistado por completo imponiéndose en todos los barrios y parroquias y en casi todas las urnas.
