En sólo dos meses aparecieron ovejas y cabras muertas, un perro envenenado y el caso de los caballos del monte de A Groba
nnn En menos de dos meses el Val Miñor registró cuatro casos relacionados con el maltrato animal, a los que hay que sumar la aparición de cuatro yeguas muertas a golpes en los montes del municipio de Oia, un caso que conmocionó al municipio y que investiga la Guardia Civil. Por el momento, ya han tomado declaración a varias personas y se han obtenido huellas en el lugar de los hechos, en la zona de Areeiro, en el monte de A Groba, así como de la barra de hierro que fue utilizada para matar a los caballos. En el caso intervienen algunos agentes especializados del Seprona que reúnen todas las pruebas que les permitan llegar hasta los culpables. Mientras, desde Anabam decidieron dar una recompensa, que en estos momentos asciende ya a los 2.500 euros, a aquella persona que dé algún dato que permita detener a los responsables de unos hechos que conmocionaron a toda la comarca. Desde la asociación aseguran que se mantendrá el anonimato de quien dé información sobre el caso.
Las ovejas muertas fueron localizadas en las proximidades de Cabo Silleiro en avanzado estado de descomposición. La causa de la muerte está por determinar, ya que el estado de los cuerpos dificultaba saber lo que realmente sucedió y tomar muestras. Ninguno de los animales contaba con el crotal identificativo obligatorios en el ganado ovino y caprino, por lo que se desconoce la procedencia de los ejemplares y su propietario, al no existir tampoco denuncias.
A este macabro hallazgo hay que sumar el caso de una perra que fue encontrada muerta con las patas atadas en una urbanización de Baiona. El animal era muy conocido en la zona, donde los vecinos la alimentaban desde que habían muerto sus dueños. La protectora BaiSenpulgas llevaba algún tiempo intentando rescatarla y sacarla de la calle, pero no llegaron a tiempo y alguien le puso veneno en la comida, según confirmó la necrosia realizada. La perra, de reza mastín, estaba a punto de tener una camada cuando apareció muerta. El caso también está siendo investigado por el Seprona, aunque por el momento no ha sido detenido ningún sospechoso.
Además, en diciembre del año pasado la Guardia civil de Baiona recibió la denuncia de un ganadero que informaba de la aparición de varias cabras muertas pertenecientes a su rebaño.
Por el momento, ninguno de los casos ha sido resuelto y se encuentran en fase de investigación. n
