Louzán pierde la mayoría absoluta y el PSOE vigués postula a Carmela Silva para presidir la institución en espera del BNG
La Diputación Provincial de Pontevedra podría cambiar de manos por primera vez en 32 años y decir adiós a Rafael Louzán, concejal de Ribadumia que la presidió en las tres últimas legislaturas. Los resultados obtenidos en las elecciones municipales en la provincia, donde este domingo se elegían 890 concejales, han dado como resultado la pérdida de la mayoría absoluta de que gozaba el PP en esta institución desde 1983, desde la época en que la presidía el actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
La clave de este cambio hay que buscarla en el tremendo varapalo sufrido por los populares en Vigo, donde a la vez que obtenían la derrota más dura sufrida por esta formación al bajar de los 13 a los 7 concejales, el PSOE lograba la mayoría más holgada de la historia de la ciudad. Esta situación le ha costado tres diputados que ahora suma el PSOE. El PP también ha perdido dos escaños: uno en O Baixo Miño a favor del BNG —que a su vez pierde uno, que cede a Marea de Vigo, al desaparecer de la corporación de Vigo— y otro en Pontevedra a favor del PSOE.
“toca esperar”
“Este partido en el ámbito de la provincia de Pontevedra tuvo siempre la responsabilidad de gobernar en la Diputación”, cuestión que a partir ahora cambia al no tener una mayoría absoluta, señalaba ayer el propio Rafael Louzán, quien compareció a media noche del domingo en rueda de prensa acompañado por la presidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo, y la delegada del Estado en la Zona Franca de Vigo, Teresa Pedrosa. “Ahora lo que toca es esperar”, insistió, para reconocer después que “las expectativas eran otras”. Louzán, no obstante, quiso resaltar que su partido ha sido la fuerza ganadora en número de votos y concejales y fue la lista más votada en 44 municipios de la provincia, además de conseguir 27 mayorías absolutas, “otro dato muy revelador”, añadió.
El aún presidente provincial indicó que estamos “ante un tiempo nuevo” en cuanto a posibles pactos postelectorales y justificó los resultados del PP en que esta convocatoria coincidió con un panorama electoral “muy fragmentado” y con “la difícil labor que está haciendo el Gobierno de España, que no fue buen entendida”. n
